sábado, 28 de enero de 2017

Hay que comer para seguir trabajando…

Tras una semana en Kribi apenas le hemos tomado el pulso a la ciudad y al pequeño hospital d'Ebomé pero, tanto mi compañero Iñaki como yo, hemos terminado la semana "fatigués" observo como el montañero navarro sube la escalera de la casa a un "ritmo africano" y entiendo porqué Denís, el guarda, jardinero, cocinero etc. de la casa de voluntarios, observa tumbado desde un sillón la azada y el rastrillo que hay en la entrada del jardín sin una tentación de ponerlas en funcionamiento, siguen oxidadas por el tiempo y no se han movido en toda la semana, aquí el calor y la humedad son tan abundantes como los accidentes de moto. Ha llegado el día de ir al mercado de Kribi:



Ya en los setenta cuando viajaba por Centro Europa ganándome la vida con la farándula y el cante, tenía la costumbre de visitar el mercado del lugar donde estaba. Saber qué comen los locales y saber en qué condiciones lo comen da una idea mucho mas aproximada a la realidad que la que puede dar cualquier guía turística de la mejor editorial. Así pues, armado de mi escudero Denís que, como comentaba, hace las veces de guardés y cocinero de la casa, nos acercamos al mercado de Kribi. Un enjambre de personas y puestos pueblan la explanada ofreciendo los mas diversos productos. Un primer vistazo me hace intuir que la calidad de los productos es buena y en algún caso excepcional, otro tema es la presentación y la higiene, esta última, sencillamente, no existe. Tranquiliza saber que los productos serán cocinados y las frutas peladas. Las verduras y frutas se aprecian de muy buena calidad y éstas sí vienen directamente del productor, no han pasado por las cámaras, verduras como: tomates, patatas, pimientos, coliflor, repollo, y "ndolé", frutas recién recolectadas y de la máxima calidad como: plátanos, piña, naranjas, papaya o mango. La carne más consumida es el pollo por lo que la "pollería" merece mención especial:


Denís me invita a palpar la pechuga del pollo que vamos de condenar, aceptamos el precio y nos dirigimos a la "sala-matadero". Un muchacho preadolescente, junto a un caldero de agua hirviendo espera instrucciones y, de un certero corte de machete, hace rodar la cabeza del pollo y a continuación lo echa al caldero para facilitar la labor de desplume, en 10 minutos el ave ha quedado limpia de plumas y tripas, ¡lista para guisar!  




El pollo se entrega entero al cliente con patas y todo, visto lo cual, y conociendo el instrumental que puebla la cocina de la casa pido a mi acompañante comprar un buen cuchillo para poder cocinar y disfrutar de los productos de Camerún ya que durante mi estancia pienso poner mis conocimientos culinarios al servicio de los productos de Camerún. Me advierte que el presupuesto de compra de esta semana se esta acabando pero yo insisto: "yo lo pagaré y lo considero una donación a la casa".
Ya solo nos queda comprar las especias de la tierra que sin duda son abundantes, compramos pimientas de varios tipos. La compra de 500 francos CFA de unos pequeños pimientos picantes que aquí se conocen por "piman"  provoca la risas de las vendedoras y de Denís. Tras cocinar el primer plato con "piman"  puedo entender porque se reían. Con quinientos Francos de este pimiento/guindilla se pueden hacer todos los callos a la madrileña que se consumen en la Villa que les da nombre.
Mención a parte merece la Lonja del Embarcader de Kribi y eso será motivo de otra entrada... 

domingo, 22 de enero de 2017

La "batalla" ha comenzado…

Lunes 16 de Enero, tras pasar una noche algo molesta por el calor, la humedad y un ataque de asma motivado, sin duda, por la cantidad de pólenes que con seguridad flotan en este ambiente tropical, llegamos a la primera jornada de trabajo. 

Tras las primeras presentaciones de rigor asistimos a una sesión clínica bastante monótona en la que se hace un repaso cama por cama de la evolución de los enfermos en la última noche. Al terminar la sesión se cumplen los pronósticos de mi compañero Iñaki: "Solo veo tibias rotas", reclaman nuestra presencia en la zona de urgencias, atropello de una niña de 6 años con fractura de tibia y peroné, fractura de mandíbula y  hemorragia por los dos canales del los oídos que hacen sospechar un problema mayor. Con este caso empezamos a sentir que "aquí no es como ahí (España)", ante la gravedad del caso se habla con los padres de las limitaciones de nuestro pequeño hospital ya que son ellos los que deben tomar la decisión de tratar a su hija en un hospital mas grande, costeando un tratamiento que será caro. Es en ese momento, una vez expuesto el caso, te sientes como un gladiador caido en la arena que espera ser o no atravesado por el dedo ejecutor del Emperador. Afortunadamente el padre deja el pulgar hacia arriba, el alivio es inmenso pero, me imagino como podré sentirme tras la puñalada en mi conciencia el día que el dedo apunte hacia abajo... ¡prefiero no pensarlo!




Los accidentes de moto son frecuentísimos ya que todos los días un enjambre indescriptible de motos se lanzan a las calles de Kribi con dos, tres, cuatro o cinco pasajeros mas la carga que cada uno puede llevar y siempre sin casco, mas tarde cosemos una lengua casi totalmente partida también por accidente de moto. Nos llaman para atender a un "pigmeo badgeli" que viene con numerosas heridas y una muñeca rota tras una pelea. El hospital de Ebomé les atiende gratuitamente ya que es una población sin recursos que siguen viviendo como cazadores y recolectores, se le coloca una férula de escayola y mañana tomaremos la decisión de si se puede mejorar el tratamiento poniéndole algún sistema de fijación pero al día siguiente, como por arte de magia, el pigmeo ha desaparecido.




En la ronda de la mañana que el médico pasa por las habitaciones, presencio una discusión entre el padre de un niño y el médico, no me entero muy bien de que va el tema, Idoya, una medica joven que ya lleva aquí varios meses como voluntaria, me comenta que los padres se lo quieren llevar porque han hablado con el brujo de su poblado y que esta dispuesto a hacerle unos pequeños cortes en el abdomen para que se le cure "le palu" (el paludismo)... podéis imaginaros la reacción del medico... ¡desesperante!





En sesión clínica del día siguiente confirman el fallecimiento de la mujer joven de la cama "X", informan que no hay referencia de la familia ya que la paciente es de muy lejos y en el hospital solo la visitaban dos amigas que al parecer compartían piso. La familia no se hace cargo del cadáver y además viven a mas de dos días de viaje del hospital. Tras reunir 15.000 Francos CFA que pone el hospital de Ebomé, la trasladamos a la morgue del distrito en la parte trasera de una furgoneta. Las funerarias aquí solo son para los ricos, bueno, como en España. Por lo menos aquí la policia, en ese tipo de traslados con cualquier medio, hace la vista gorda.

La llegada a la casa de voluntarios te reconforta y con este calor no hay forma de resistirse a una buena cerveza con los vasos puestos en el congelador que hemos dejado esta mañana...

miércoles, 18 de enero de 2017

Médico voluntario en Camerún

Se han terminado las "fiestas" navideñas. "Cada mochuelo a su olivo" y yo a Camerún. Mi equipaje de mano se compone solamente de mi guitarra por lo que me las he ingeniado para que sirva de portadocumentos y al mismo tiempo llevar cuatro bocadillos en el espacio que queda entre el clavijero de la guitarra y la caja, es el ejemplo que cualquier gestor pondría a sus alumnos a la hora de explicar que es la "eficiencia":



Vuelo de Madrid a Bruselas donde me encuentro con Iñaki, un traumatologo Navarro que también le ha dado la vena tras su jubilación. y de allí a Duala. Nos quedan 160 Km. hasta llegar a Kribi pero ¡vaya 160 Km!, el conductor un "KamiKace camerunes" joven que te hace comprender enseguida porque la esperanza de vida es tan corta en este país, una buena acogida por parte de Tina que es la voluntaria que trabaja para la ONG AMBALA y que nos va instruyendo durante el viaje, ya cerrada la noche salimos de Duala, infinidad de personas andando por la carretera sin ningún distintivo que les haga mas visibles, enormes camiones cargados con gigantescos troncos, miles de motos en todas las direcciones y multitud de tenderetes con todo tipo de ofertas bordean las carreteras. transcurridos 20 minutos de camino mi amigo Iñaki por deformidad profesional comenta: "Solo veo tibias rotas"...
Por fin llegamos a la casa de voluntarios de Kribi donde Denís, el "mozo" de la casa, nos ha preparado un  plato de carne de pollo al estilo camerunes. ¡Está bueno!
Al día siguiente es domingo, decidimos ir  conocer el Hospital de Ebomé que es donde vamos a desarrollar la mayor parte de nuestra actividad.


                             Patio de la casa de voluntarios


La visita a las salas del hospital nos hacen prever una llegada movida al día siguiente por lo que, al mediodía y en previsión  de lo que pueda venir decidimos visitar la cercana "Playa Du President" para desplazarnos probamos el transporte mas popular del país, la moto, en la que es normal  montar dos o tres adultos y cuatro o cinco si hay niños. Sentados tranquilamente frente a la playa hemos comido carpa roja y  barbe a la brasa, dos pescados típicos de la zona y recién sacados del mar todo bien regado con cerveza me hace intuir que voy a disfrutar de la comida de esta zona...







jueves, 5 de enero de 2017

Viajar sin tiempo, sin espacio y con poco dinero


Miércoles 10 de febrero de 2016.
Queridos amigos, ha llegado el momento de aprovechar una situación tan envidiable como la que me proporciona mi jubilación y he decidido comenzar mis proyectos de viaje por IRLANDA. Siguiendo la filosofía que da titulo a esta entrada: 

"Comenzar y terminar el viaje en función del precio del transporte (vuelos), hacer un proyecto de viaje pero adaptarlo a las circunstancias diarias y gastar lo mínimo aprovechando las dotes artísticas y la astucia del viajero"

No hay mejor manera de comenzar un viaje por Irlanda que dar un paseo por "The Temple Bar" cuando comienza la noche y la cerveza fluye mezclada con la música irlandesa.

  
La primera noche duermo en el Generator, es un hostel moderno muy bien equipado y que no tiene nada que envidiar a un hotel. Tras dos días disfrutando de las calles de Dublin tomo el autobús hacia Galway. Es una pequeña y amable ciudad universitaria en la Costa Oeste de Irlanda, me quedo en el Kinlay Eyre Squar Hostel situado en el centro de la ciudad, barato y con una buena cocina. Comparto la habitación con un italiano y con Jasmin, una muchacha alemana que tras la cena no duda en apuntarse a la aventura de cantar un rato en la Shop St y gastarnos después la recaudación en unas cervezas en el Pub Taffes cercano al hostel.


                 


Siguiendo los consejos de Javier Reverte en su libro Canta Irlanda me levanto temprano para coger un ferry que me llevará a las Islas de Aran el ejemplo más genuino de la dureza de la vida en estas tierras y que unido al yugo ejercido históricamente por  Inglaterra explican la masiva emigración del pueblo irlandés buscando condiciones de libertad y unas tierras mas fértiles y de clima mas benigno (Ante de ir recomiendo ver la película Hombres de Aran de 1934).
En el comedor del Hostel hay varias personas desayunando que quieren hacer la misma excursión a las Islas. La visita no decepciona se trata de un paisaje inhóspito con un viento que corta la cara y unas tierras pedregosas en las que es imposible el cultivo de cualquier cosa algunas ovejas y algún caballo suelto campan por sus anchas y apenas algunas personas se ven pulular por los pequeños núcleos poblados que todavía existen y que viven exclusivamente del turismo. No hay que tener mucha imaginación para entender como sería la vida 100 años atrás.
Había hecho idea de quedarme una noche pero cuando el sol se pone el frío y el viento arrecian y al ver que el ferry está a punto de zarpar y que no aseguran que al día siguiente pueda volver la decisión es fácil... a la vuelta estoy contento porque a pesar de mi deficiente inglés me he comunicado bastante bien con mis compañeros de viaje. 

  

Al llegar al hostel me dispongo a preparar la cena, huevos revueltos con patatas y calabacín frito, Jazmín se está preparando una ensalada estilo alemán con muy buena pinta y viendo que mi cena es también abundante me pregunta si podemos invitar a un italiano que tiene "dificultades presupuestarias"... ¡Hay que ver como come el italiano! Es fundamental a la hora de viajar por el mundo con poco dinero hospedarse en lugares con derecho a cocina. Algún día dedicaré una entrada de este blog a las mejores alternativas culinarias para los viajes.

Al día siguiente mi primera idea era ir a Westport ciudad costera de infausto recuerdo para nuestra Armada Invencible, el único hostel que hay está en obras y el reto de alojamientos son bastante caros para mi proyecto. Cambio el plan y me dirijo a Sligo también una ciudad costera mas al norte. Encuentro un B & B barato, cómodo y muy bonito. 

Sligo es una ciudad pequeña junto al mar, atravesada por un río Garavogue encauzado por dos paseos laterales y famosa por los numerosos locales de música en directo que la animan cada noche. Pregunto a dos personas para visitar un Pub, con música irlandesa autentica en vivo y poco turístico, mas bien, que sea un Pub "vecinal", las dos personas me hacen la misma recomendación: puede tomar unas cervezas en el Foley's Bar. Al poco de estar en el local varios clientes "habituales" toman contacto conmigo al tiempo que otros acuden con sus instrumentos metidos en fundas que se adivinan bien usadas. Se adivina que se trata de un local donde todos se conocen y yo soy el único "forastero". Me hacen "la ficha" y al manifestar que soy español y que canto y toco la guitarra no tardan een incorporarme al grupo de artistas y llegado el momento paran la música y el portavoz del grupo pide silencio para que yo interprete algún tema, sin hacerme de rogar cojo la guitarra y comienzo a cantar la canción mejicana "Cucurrucucu Paloma" el bar hace un respetuoso silencio y al finalizar los aplausos son notables...


A la hora de pagar aprendo que en el lugar es costumbre cobrar  a los músicos la mitad del precio de la consumición y un poco mas tarde las cervezas caen una tras otra pagadas por algunos clientes. Al comentar que soy de Zaragoza se acerca un cliente de cara bien rosada posiblemente efecto de la dosis de cerveza, me pide si puedo cantar una jota y de forma muy emotiva me dice que su esposa, a la que el quería tanto, era de Pedrola pero que había fallecido. Creo que es la primera vez en toda mi vida que pongo escusas a la hora de cantar una jota, no me vi con fuerza para cantarla sin que saltar una lagrimilla, simplemente le dije que no cantaba jotas.




Tras un buen desayuno en el B&B  cojo un tren que, atravesando las húmedas y llanas tierras de centro de Irlanda, me lleva hasta Dublin donde termina mi aventura irlandesa.
Ha sido una semana intensa y muy interesante creo que el balance final es absolutamente positivo teniendo en cuenta los objetivos que me había marcado: el espacio y el tiempo lo he desarrollando en mi relato solo quedan comentar a los lectores que una vez vistos los gastos, desde la puerta de casa hasta la vuelta, la suma final ha sido  de 433€!!!!...ahora, unas semanas en casa y después a Londres.


Volviendo la vista atrás…

Hay cosas en la vida que vas dejando pendientes a medida que pasa el tiempo y vives con la ilusión de que "algún día lo haré". Este es el caso de la rehabilitación de la pequeña "masía" en la que cuando fui pequeño pasé largas temporadas, en unas condiciones de "naturaleza extrema", un estilo a lo que ahora se ve en los realitys de la tele pero por obligación y sin trampa ni cartón.

El paso de los años había destruido la cabaña en la que vivimos largas temporadas mi abuelo Tomás y yo, y ha sido mi ilusión rehabilitarla para poderla disfrutar con mis amigos y con todo aquel que por casualidad pase por dichos parajes.

Estas cuatro imágenes resumen lo que ha sido el proceso de la obra:
                                   


Estado inicial del "mas" (Es como se denominan este tipo de edificación rural en Maella)





Vista  exterior de la edificación tras la rehabilitación. 


Estado del interior del "mas" al comienzo de la obra.








Vista del interior tras finalizar la obra.

"Poder compartir con los amigos esta humilde edificación es lo que le da su grandeza. Cuando queráis ahí os espero" 













En esta última imagen se puede ver como ha quedado el interior del mas. Los arcones laterales de la izquierda tienen una triple función: sirven de asiento, son dos camas de 80 x 200 y sirven como zona de almacenamiento por lo que presenta un aspecto "recogido". La estancia contiene el menaje suficiente para vivir en el campo y productos básicos como agua, sal, aceite, ajos, guindilla, vinagre o vino que permiten aderezar un guiso con lo mínimo.
En otro momento podemos hablar sobre las comidas que de forma sencilla se preparaban en otros tiempos aprovechando los recursos que el campo nos daba como cazadores y recolectores.